viernes, 27 de febrero de 2009

Chucho el jubilado

Jesus era el ultimo empleado de mi abuelita de un vasto ejercito en extincion , cuenta mi padre que cuando eran unos niños su señora madre tenia muchos empleados para poder tener en orden la casa, los niños y el negocio, con 5 hijos y tantos empleados siempre me ha parecido admirable la manera en que los saco adelante.

Jesus era uno de ellos y entro a trabajar con mi abuelita justo cuando acababa de cumplir 16 años, mi abuelita siempre tuvo la fortuna de tener empleados carentes de todo sentido comun y conocimiento, aun asi a todos les tenia mucha paciencia, sobre todo a Jesus.

Nunca dejo de trabajar con la abuela, vio crecer a mi padre, a mis tios, a todos los nietos de la abuela y a dos bisnietos. Jesus nunca dejo de ser un niño, se quedo siempre clavado en las ondas de la adolescencia y a pesar de tener un buen corazon lo suyo no era ni el trabajo, ni la responsabilidad ni la puntualidad. Muchas veces la herramienta del taller desaparecia y siempre fuimos culpados desde mis padres hasta nosotros de tales robos, nunca supimos si desaparecian, si el se las llevaba o que onda, de las molduras sucedia lo mismo.

A mi me gustaba mucho ir a platicar con el y cuando era mas niño nos gustaba molestar a mi primo leonardo, mi abuelito siempre fue complice de todas las travesuras que haciamos y nunca lo regaño. Siempre que nos mandaban a algun encargo, pasabamos a alguna taqueria o puesto de la calle, siempre pagaba yo, me causaba mucho placer invitarle los tacos y me resultaba tenebroso escuchar esa repetida historia de que sus hijas que ya estaban grandes no eran capaces de pagarle ni una coca.

Cuando creci un poco mas ya no me gustaba tanto ir a hablar con el, me exasperaba que me repitiera tantas veces la misma historia que de niño me sorprendia, ademas de que me molestaba mucho que hiciera enojar a mi abuelita, mi unica diversion era para entonces decirle Chucho, mi abuela siempre me gritaba: erriiaaaaa, no se llama chucho; chucho es perro.

Para este diciembre Jesus cumplio 60 años, la edad perfecta para la mejor jubilacion, todos teniamos miedo de la jubilacion y teniamos mil hipotesis y teorias sobre su liquidacion: unos decian que jesus con tantos años de trabajo nos iba a dejar en la banca rota, otros decian que el pedia un terreno, otros mas decian que era peligroso y que no sabiamos en que iba a acabar.

Mi padre es un hombre cabal y de derecho asi que se asesoro y le pago su liquidacion y un poquito mas. Fue todo un evento que empezo un martes por la noche; mi papa le dijo que era momento de jubilarse; justo al final de la palabra jubilacion yo esperaba un mounstro desatado peor que lucifer, al contrario de eso hablo un temeroso señor con la voz entre cortada que termino llorando (nunca lo habia visto llorar ni cuand fallecion mi abuelito), el dinero de la liquidacion lo rechazo pero mi papa insistio en que era lo que le tocaba y que era lo de ley. Jesus el mounstro termino siendo familiar nuestro, amigo y hermano, repetia insesantemente ustedes son mi familia yo no quiero perder la buena relacion que llevo con ustedes, lalo (asi me dice mi familia) es mi amigo como todos ustedes y yo prefiero que los muchachos me sigan buscando a quedar mal con la familia.

Yo no tengo los pantalones de mi papa y me quebre como los grandes, me parecian imposibles dos cosas, la primera era como te podias deshacer de 44 años de tu vida y pensar que al siguiente dia no te pararias a trabajar, que esa vida para ti se habia acabado y que por otro lado te tenias que despedir de quienes considero, sin ser una relacion extraordinaria lo tratabamos bien.

La cosa no termino ahi y al dia siguiente tuvimos que ir a conciliacion y arbitraje para que la liquidacion fuera conciliada. Estabamos sentados ahi esperando a que nos atendieran Jesus tenia que leer los papeles que iba a firmar y yo le insistia que los leyera, el solo asentia con la cabeza y decia: No Lalo yo confio en tu papa y se que lo que hizo es lo correcto, buaa yo queria como matarlo parecia que iba como amenazado o amedrentado.

Todo era muy de mañana y el hambre calaba fuerte; cuando ibamos a los tacos ahora el era siempre el que queria pagar, lo hacia con un orgullo como si estuviera pagando una gran deuda, nunca lo acepte y siempre procure pagar yo.

Mi papa le pidio que depositara ese dinero en una cuenta y ahi empezo el martirio de este largo viaje: Llegamos al banco, nos atendio la señorita del departamento de apertura de cuentas, una bruta metichona, a Jesus la tecnologia nunca le llego, tenia una cuenta vieja en Bancomer cuando aun no habia tarjetas. La cosa se puso dificil cuando le pidieron referencias con telefono, nadie tenia y sus hijas que tienen nunca se lo han dado, mi abuela y yo terminamos siendo la referencia. En el momento en el que la señorita le pidio un beneficiario, Jesus se preocupo y le dijo: para ese no necesita telefono verdad?

No sabia si reir o llorar, necesitaba otro dato que tampoco conocia; la fecha de nacimiento, la señorita lo regaño y le dijo que como no sabia la fecha de nacimiento de ninguna de sus hijas, lo que no sabia la señorita es que Jesus no sabia ni en que dia habia nacido el, en algunos procesos previos a este se la preguntaban y el siempre contestaba una fecha diferente. Despues de horas de disertacion conseguimos la fecha de nacimiento de una de sus hijas. Ya ibamos para afuera despues de haber creado el reto mas grande en apertura de cuenta de la señorita cuando la muy mensa le pide que tecle cuatro numeros para su numero confidencial: La señorita energicamente contesta: son 4 no 5, asi que Jesus le responde: entonces no son 4 numeros asi como 10, 20, 30, muajaja, me parecio perfecto y espero la señorita recomiende en la capacitacion de apertura de cuentas decir 4 digitos en ves de 4 numeros.

Se acercaba el final del proceso, por lo pronto yo ya habia memorizado la historia que a diario me contaba, fuimos al seguro y como si no hubiera sido tortuoso el largo camino, la homoclave o el curp, con que fue registrado decia que Jesus habia nacido en Chiapas, asi una serie de eventos desafortunados siguieron con el proceso. Jesus necesitaba un beneficiario y queria que fuera su esposa, pero intento hacerlo a escondidas pues siempre ha contado historias sobre lo terrible que era vivir a lado de ella, siempre le quito el dinero, quien sabe como le hacian pero repartian el poquito dinero entre 5, hoy todas sus hijas son profesionistas.

Todo este largo camino culmino y por fin Jesus empezara a recibir su jubilacion, tendra que ir cada 15 dias a sentarse en los sillones zurrados del seguro.
Este proceso me planteo muchas dudas, como le haces para olvidar la rutina de ya no pararte a trabajar despues de 44 años, Jesus sobrevivia con un minimini sueldo y saco a 5 viejas adelante, hoy ni le hablan, Jesus a diferencia del mundo entero no tiene celular, coche, television y menos computadora, ni siquiera le gusta la peda. 44 años de improductividad sin reforzar la memoria, sin saber nada, si la bolsa subia o bajaba, si el dolar ya esta en 15 pesos.
A jesus lo que le apasionaba es que le pagaran los tacos, llegar tarde al trabajo, pelearse con su mujer, comprar el ESTO e ir por el mandado a pasearse horas por el centro.
No mamen a todo esto que gustos tan complicados tengo.

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