Not yet.

Hoy recibí una lección de vida que nunca pensé que llegaría, y menos de esta forma.
Estuve sentada, con la cabeza agachada presenciando cómo un individuo me convenció de decirme a mi misma mediocre.

Ya lo había pensado antes y reconozco que sí lo soy, y no saben como duele ser así, cuesta mucho andar por la vida sin exigirte nada, sin preocuparte, dando lo mínimo... derrochandote. Desde hace algún tiempo había pensado seriamente en qué voy a hacer de mi vida, y sé que cualquier cosa que intente hacer, viviendo como vivo, no la voy a poder lograr.

No conozco ni el compromiso, ni la responsabilidad y mucho menos deseo tener que sacrificar algo a cambio de que las cosas salgan bien. No quiero ser un adulto, no estoy lista, tengo un licuado de cosas dentro que no he podido resolver nunca, y necesito tiempo para organizar todo eso que está en mi cabeza primero.

Hoy no vine a escribir porque me siento mal como otras veces. Esta vez no se ni siquiera como me siento, acaban de condenarme a cambiar cosas que representan un punto de inflexión para mí como persona sin mi consentimiento previo.

Sé que he estado mal toda mi vida, sé que mis actitudes no me van a llevar a ningún lado, pero no puedo entender por qué alguien se creyó a sí mismo con el derecho de tomar esa decisión por mí, no le correspondía porque yo jamás se lo pedí, ¿en qué estaba pensando cuando decidió arrebatarme algo así?

Hace poco supe que cambiaría, y que algo así de importante para mí sólo podría dedicárselo a alguien igual de importante, imaginaba que un día iba a mirar hacia atrás para recordar como permití que alguien influyera en mí de tal forma que lograra hacerme cambiar el peor de mis defectos y el que siempre pensé que me costaría mas trabajo vencer. Pensé en mi sobrino al que quiero con todas mis fuerzas y en Samantha a quien siempre he visto como mi redentora, pero jamás pensé que me vería obligada a hacerlo por razones que no me satisfacen.

Mientras escuchaba su discurso, deshaciéndome por dentro, conservaba la esperanza de que una vez más me saldría con la mía, sabiendo perfectamente que una prueba así me ayudaría a comenzar con mi proceso de renovación, pero en vez de eso, mi oportunidad de una introspección se fue y ahora no me queda más opción.

No era ni la última persona en el mundo que esperaba que me pidiera eso, me dió en dónde más me duele, quizá sin saberlo, pero no puedo comprender cómo alguien que ni siquiera me conoce se atrevió a meterse así con mi vida... no lo comprendo, neta.
Pero bueno, como lo predije la última vez que escribí, estaba perdida cuando lo averigüé.
Al menos.