martes, 14 de julio de 2009

[ El sazón de cada fin ]

Con tanto alcohólico y demás escribiendo y leyendo en el blog, es momento de hablar de nuestros maravillosos vicios, porque el gusto? no voy a ponerme a analizarlo como psicólogo y hablar de traumas y dependencias, simplemente como el ritual que es.
El gusto, del punto pesimista diremos que ya estamos en un mundo sumamente repetitivo y aburrido del que nadie se salva y nuestro unico exilio de esa realidad son el alcohol y demás drogas.
Nuestros padres y muchos libros de orientación dirán que es por la edad, por esa necesidad de experimentarlo todo, y la tentación es mayor si es algo prohibido o muy placentero, osea el ver lo que nos dicen que es malo como algo muy chingón, como si fuera lo mejor. O lo que se me hace tan rídiculo que digan y que pena por los que lo hacen: por imitar o por querer encajar en un grupo, pffft, me caga que digan eso.
Pero no ni madres ninguna de estas razones es la correcta para mi, socializar? si en parte pero lo veo más profundo.
Hay 2 cosas que resaltar del alcohol: primero que une a la gente, el ritual de la fiesta, desde la masiva planeada hace 2 meses con invitaciones y la chingada, o la pedilla casera que surgio de repente, los quinces, bodas y demás (que alguna vez te haz colado a alguno no te hagas pendej@), la ida al bar, al antro, la cantina, el table, etc.
Otra cosa: nos justifica muchas cosas de las que no eramos capaces sobrios, así es, muchas de las cosas que uno vería mal si las hicieran sobrio, son perfectamente aceptables si llevan el justificante de "andaba bien pedo", cuando todavía tenía un poco de conciencia el que las realizó (claro existen los casos de inconciencia donde uno ya no es responsable de sus actos) y se puso a hacer y decir una serie de pendejadas que sus amigos le aplaudiran y será invulnerable de críticas porque las hizo "bien pedo", nos gusta el rídiculo del borracho.
Y sí, en México y en muchos otros paises es de admirarse el hombre capaz de beber grandes cantidades de alcohol. También todo lo queremos celebrar con una pedota, nos encanta desde el ir a comprar los pomos, hasta el final de la peda donde ya no puedes ni hablar o pararte, pero se tiene que acabar el pomo.
En si podemos darnos cuenta que va muy ligado a nuestra diversión, pero no es indispensable tampoco (habrá el triste caso de quienes si lo vean indispensable)
pero no, solo le da un sazón especial a nuestros momentos. Comerse unos tacos es sabroso, pero los complementas mejor con una salsa, talvez un poco de sal y un limoncito y poco a poco te acostumbras a comertelos así.
Ahora entramos a la parte de la adicción, o como yo le digo la costumbre, donde se vuleve cada vez más frecuente y entramos a los excesos, que tampoco le veo lo malo, el pedo es cuando uno se acostumbra, a que? a manejar pedo, a pelearse pedo, etc. (si te excedes ya sea de salsa o limón vendrán las agruras, cada vez peores) Y muchas veces te salvarás de algo que lamentar, pero para que tentar a la suerte? mejor nos la llevamos tranquilo.
Las drogas son un sazón más fuerte, en algunos casos pueden ser una ayudadita que no esta de mas en algunas ocasiones, simplemente no apruebo las que te impiden socializarte o peor, no estar en tu realidad, no ser conciente de tus actos (cosa que también se logra con el alcohol para que no lo vean como muchos como el menos malo, bah!).
Y aqui viene la conclusión, todo esto es porque me caga escuchar estas 2 opiniones muy opuestas: que acaso no pueden divertirse sin tomar?, o, que hueva ya no hay chupe. A la verga si hay que chingón, y si no también, o que? ya no te vas a comer tus tacos porque se acabaron los limones? no lo satanicen ni lo idolatren, es solo el sazón de cada fin.

1 comentario:

  1. No wey, aunque pueda sonar triste la neta yo no me comería mis tacos sin limón, por lo menos aún no llego a los extremos de tomarme el reyes con agua como miriam así que no veo cual es el problema. En cuanto a eso de estar fuera de tu realidad yo sí le agarro el gusto, puede ser aún más triste pero escapar del mundo horrible de todos los días aunque sea por un momento a huevo que vale la pena.

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