viernes, 7 de mayo de 2010

Si yo supiera cómo hablarte

Me confundo cuando pienso en lo que pienso que es correcto y que puedo hacer.
No sé cómo empezar a explicar esto sin decir una palabra de más. En fin:
He pasado en los años recientes, voluntariamente y a manera de ejercicio, por un largo período de "soledad", así, entre comillas. Entre comillas porque siempre he estado rodeada de muchas personas, porque familia no me hace falta y los amigos, a pesar de los muchos sinsabores por los que hemos pasado, han resultado ser de lo mejor que se me ha cruzado en la vida. Parejas no he tenido desde hace mucho porque ¿Para qué? Bien lo dice Darío, estoy peleada con el "amor", también entre unas comillas que no pretendo explicar en este post (y quizá en ningún otro). Mi proceso de aislamiento me condujo a otro de retrospección, de mí y de lo demás que no soy yo. Muchas buenas conclusiones han salido de todo eso, las posturas actuales que tengo frente a la vida, que no son más que reafirmaciones sólidas acerca de lo que he creído desde siempre; el destierro de paradigmas encarnados; la construcción y adopción de un sistema de creencias que se adecua por completo a mi concepcion del mundo; la adquisición de muchos nuevos retos y creo que aquí es de dónde debe partir el punto que estoy tratando de abordar.
Me he dado cuenta que muchas cosas que existen de forma natural en el mundo como patrones encargados de proteger y resguardar el orden, que son incuestionables, inamovibles e invencibles, son también del todo inútiles y a veces, hasta estúpidos. Lo que intento decir con esto es que para mí es imposible regirme por códigos y preceptos que van en contra de mi naturaleza, sólo porque a alguien se le ocurrió que de esa manera, yo, podría contribuir a hacer la vida de los demás infinitamente más cómoda. Yo le doy paso a la libertad responsable que me dicta que puedo hacer lo que sea, mientras no altere el orden cósmico (como dijo el profesor) y ese es un reto que por el momento me queda bastante grande. Libertad es un término enorme, todavía indescriptible para mí, no he visto más que la punta del iceberg pero ya le apuesto con todo.
La cosa es, no estoy segura de que conducirme hacia las personas bajo mis propios términos sea una experiencia complementaria para ambos, porque no se cómo vayan a tomarlo. Una parte de mí obedece al principio de hacer las cosas a mi manera, pero otra surge y me recuerda que los demás no se merecen lo que estoy a punto de hacer.
Para ser más específica, es estúpido que yo no pueda acercarme a quien quiera que se me antoje para decirle lo que sea que se me ocurra porque no hay forma de anticipar su reacción ante tal despliegue de osadía de mi parte; es peor que estúpido que yo tenga que fingir que estoy viendo hacia un lado porque supuestamente hay algo muy interesante que ver en esa dirección -cuando en realidad no lo hay- en el momento preciso en que alguien (que seguramente no conozco pero veo a diario), se cruza en mi camino y que un segundo después todo se resuelva porque ambos aparentamos muy bien ser perfectos extraños -cuando en realidad no lo somos-. Si a mí se me ocurre romper ese acuerdo y saludar y hablar con "extraños" (sí, con comillas), lo más probable es que piensen que lo que hago está mal o que va en contra de sus garantías individuales, de su espacio personal o incluso de su integridad física. Es justo ahí donde yo adquiero la responsabilidad de no atentar contra eso y no cruzar ningun margen, pero cómo explicarselo si me tomó al menos 30 lineas llegar a un abstract que no profundiza en ningún punto y que por tanto no esclarece ni poquito el asunto.
Quisiera poder encontrar una manera simple de presentarlo y mejor aún, de que pudieran entenderlo, de mostrarle que no hay nada de malo en lo que hago, de contarle que lo que hay en mi cabeza no es de otro mundo ni hace daño. Porque saben algo, se me ocurren 700 formas de arreglar un encuentro que cumpla con todos esos patrones establecidos de los que hablo, que me llevan a lo mismo, sin embargo, elijo no hacerlo así, porque qué hueva, qué manera tan sosa de abordarte...
Espero una de dos cosas: o que no me tome demasiado llegar a una sintesis de mis pensamientos, o que puedas ser capaz de simpatizar con ellos.

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