sábado, 20 de febrero de 2010

Que lástima...

Soy una basura. Snif. Soy un pedazo de mierda hipócrita. Doble snif.
Quisiera poder cargarme de toda la empatía que me sería posible sentir cuando veo tus ojos aguados, llorar contigo tu pena y prometerte un mejor mañana, pero no puedo sino bailar de tan contenta, de júbilo soso y esperanzado. Tu pena dura menos de lo que espero y lo mismo le pasa a mi alegría, vuelve con la cabeza agachada al lugar de donde vino y yo, ¿que hago?, sentirme un animal rastrero por no decirte lo politicamente correcto, por consolarte con estupideces, por distraer tu atención, por fingir que comparto lo que sientes cuando en realidad es díficil poder sentir algo que no sea alivio y tranquilidad.
Aunque, no por mí, por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario