miércoles, 26 de octubre de 2011

La próxima vez caminaré más despacio.

.

[Este post es meramente informativo. Si a usted le vale verga mi vida, por favor no siga leyendo.]

*La intención original de escribir este texto era poder contar de por vida con una justificación universal, transferible, reutilizable, válida y vigente por tanto tiempo como me siga enamorando de las personas adecuadas bajo las circunstancias equivocadas.

¿A qué se debe lo que eliges?
No podría acertar a explicar de dónde vienen las cosas que hago, pues si actúo es porque seguramente no estoy pensando.
Me he acostumbrado a ver las cosas a mi modo, a aprenderlo todo a locas, con vendas en los ojos.

Nadie me enseñó lo que sé porque nunca lo necesité, no necesité que me trazaran un camino ni que me dijeran cómo seguirlo.
Cuando descubres cuál es la inclinación de tu naturaleza ya no hace falta saber nada, estás ahí, bajo tus normas y lo que haces lo haces porque tú eres de esa forma.

No pienso no porque no pueda, sino porque yo en cambio, siento las cosas.
Siento con cada fibra lo que me envuelve y me entrego a cada sensación sin preocuparme por saber si servirá de algo. ¿Para qué buscaría la victoria o la derrota, si las dos son la misma cosa?

Yo te quiero porque no sabría cómo hacer otra cosa cuando te veo sin ser capaz de mirarte, cuando a ciegas me detengo para contemplarte.
Cuando a tientas ni te busco ni espero; te observo, te dejo.

Yo no tengo (ni tendría por qué tener) influencia sobre las decisiones que tú tomas, si procedes de una forma u otra y si lo haces con el corazón o con la cabeza es tu asunto y no importa. No hay razón para insistir, para obligar.

Siento mucho que las cosas no resulten aún cuando en mi diminuto esfuerzo pongo mi voluntad a disposición tuya. Aún cuando lo sabes, aún cuando te gusta hacerte la loca.

El trayecto que recorro sólo es de ida y si vivo es porque me entretengo admirando, sonriendo, palpando. Lo único que hice fue ofrecerte compartir un punto de vista, el de ver la misma vida pero desde mi particular perspectiva y si ese es siempre mi error, quizá estés mejor sin mi compañía.

Lo que conoces es lo que tienes, lo que piensas, lo que crees que sientes. Que lo disfrutes.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario